Cuando tenemos un negocio en la cabeza, uno de los principales problemas que se nos presenta es conseguir el dinero necesario para llevarlo a cabo. Esto es especialmente complicado cuando hablamos, por ejemplo, de start ups y empresas de tecnología que necesitan una gran inversión económica de entrada para la compra de equipos, instalaciones, etc… Conseguir ese dinero no es nada fácil, y en la mayoría de los casos, los emprendedores deben acudir a bancos o a otras formas de financiación. Una de las que más está destacando en estos últimos tiempos es la estrategia del capital riesgo, gracias a la cual podemos tener una inversión inicial por parte de un accionista que compartirá riesgos con nosotros.
Normalmente, el capital riesgo es un instrumento al que acuden las empresas con buenas ideas de negocio que quieren convencer a los capitales potentes para que inviertan en ellas y puedan obtener así beneficios al principio de la andadura empresarial, porque posteriormente, ese socio capitalista saldrá del accionariado. Es como un empujón al principio de todo, para que la empresa pueda echar a andar y empezar a manejarse en el sector con un empujón económico suficiente. Para ello hay que convencer a los grandes inversores, y a veces eso no resulta sencillo, porque al final estamos pidiendo a alguien que invierta su dinero y corra ese riesgo. Veamos las mejores estrategias para conseguirlo.
Una forma de obtener capital para esas primeras fases de tu empresa
Cuando iniciamos una empresa necesitamos normalmente mucho capital inicial para echar a rodar, y es que hay que hacer muchos gastos y es lógico que durante los dos primeros años todavía no tengamos ni siquiera beneficios, por todo lo que hemos de invertir. Una forma de relajar esa inversión inicial es obtener el capital a través de estos capitales de riesgos, de estos inversores que apuestan por empresas jóvenes a las que les ven futuro, para luego recuperar esa inversión inicial siempre que el negocio haya ido bien. Es por eso que la decisión de participar o no en una determinada empresa es lo que hace que las sociedades de capital riesgo salgan adelante y puedan sobrevivir.
Participación temporal de los inversores
En contrapartida a la inversión inicial que estas sociedades de capital riesgo realizan, la empresa que está empezando ofrece una participación accionarial, o un dividendo final en los beneficios obtenidos, que será similar al porcentaje inyectado por la sociedad inversora. Esa participación en la empresa suele ser temporal y normalmente minoritaria, por lo que el capital riesgo es simplemente un aporte económico y capitalista, dejando la toma de decisiones para los ejecutivos de la empresa, aunque eso sí, siempre con la intención de coger el mejor camino hacia los mayores beneficios posibles.
Business Angels: un apoyo para muchos emprendedores
Entre los agentes que se dedican a este sector encontramos fondos o sociedades de capital riesgo, que suelen ser empresas gigantescas con un fondo de inversión enorme para poder entrar en las empresas que comienzan. Pero también existe la figura del business angel, o el ángel del negocio, un inversor particular que gracias a su potencial económico puede, por si mismo, buscar una participación en la empresa que está empezando, inyectando su propio dinero. En estos casos, el business angel sí que puede acompañar durante más tiempo a la empresa en su andadura, y recibirá el porcentaje de los beneficios que le corresponden.
El capital riesgo: una actividad al alza en España
Este tipo de negocios se llevan realizando décadas en otros países, especialmente en Estados Unidos, donde estos capitales de riesgo están detrás de todas la grandes empresas nacidas en el nuevo milenio, desde Google a Facebook. En nuestro país la cosa está empezando a hacerse cada vez más grande, porque estos capitales riesgo tienen mucho negocio que realizar en España gracias a las start ups que están naciendo, especialmente en Sevilla, Valencia, Madrid y Barcelona. Son empresas pequeñas pero ambiciosas, que tampoco necesitan un excesivo empujón económico inicial, y que pueden dar mucho rédito, algo que siempre buscan estos capitales de riesgo.
¿Qué ventajas e inconvenientes existen al dar entrada a una entidad de capital riesgo a tu negocio?
Está claro que ir de la mano de una empresa que lleva años en esto y que se mueve como pez en el agua en los negocios es una maravillosa ventaja para cualquiera que está empezando. Esa inversión inicial que nos ofrece el capital riesgo puede ser en muchas ocasiones la única forma de conseguir que nuestros negociones comiencen a nadar, y además, no se necesita más aval que nuestro propio proyecto. Pero tampoco es todo de color de rosa. La mayoría de estos fondos piden un gran retorno de la inversión, en un plazo corto o medio, y en el caso de los bussines angels, también participar en las decisiones de los consejos de administración, algo que puede afectar al propio proyecto de forma tajante. Además, una vez fuera de la empresa, debemos volver a reestructurar todo el negocio sabiendo que ya no contamos con ese apoyo.