Cada mes de abril, la Agencia Tributaria pone en marcha una nueva campaña para realizar la declaración de la Renta, el famoso modelo 100 del IRPF que todo el mundo, o casi, debe hacer de forma anual para demostrar sus ingresos y ponerse al día con este tributo, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Se trata de uno de los más importantes que debemos realizar a lo largo del año, seamos trabajadores autónomos o asalariados. A través de este documento debemos consignar todos los ingresos que hemos recibido a lo largo del año, así como las retenciones, las ayudas, las donaciones, especificando igualmente nuestra situación laboral y marital, si tenemos descendientes o ascendientes a nuestro cargo… Todo ello para ponernos al día en un impuesto que en realidad ya hemos ido pagando a lo largo de todo el año con las retenciones.
Entonces, ¿para qué sirve la declaración de la renta? Es sencillamente el modelo a través del cual equilibramos la situación de un ejercicio completo. Por eso se realiza en el mes de Abril, cuando ya se han contabilizado todos los ingresos e incluso las facturas del ejercicio anterior. Esto es importante, ya que la renta no va de abril a abril, sino de enero a enero del año anterior a la presentación de esta declaración. A lo largo de todo ese ejercicio, tanto asalariados como autónomos van entregando cierta parte de sus retenciones en ingresos al Estado. Llego al punto de la declaración, ponemos en claro si hemos dado de más o de menos, y entonces se nos devolverá el dinero que hayamos dado de más, o se nos hará pagar lo que debemos al Estado.
Qué es la declaración de la renta
La declaración de la renta es la forma coloquial de conocer a la presentación anual del modelo 100 de la Agencia Tributaria, el que grava las rentas de las personas físicas. El impuesto es el IRPF y es progresivo, personal y directo, sobre todos los ingresos que se hayan tenido en un ejercicio completo. La declaración la han de realizar todos aquellos que han sobrepasado cierto límite de ingresos, como veremos después. Tanto asalariados como trabajadores por cuenta propia deben realizarla, más allá de presentar también los modelos de Impuestos de Sociedades, en caso de estar obligados a ellos. La declaración se suele realizar durante un plazo de tres meses, desde abril hasta junio, y es una de las campañas más importantes dentro del actual formato tributario español.
¿Quién está obligado a hacer la declaración de la renta?
Al ser un impuesto directo y personal, la mayoría de ciudadanos españoles mayores de edad deben de cumplimentar en su momento la declaración de la renta. Desde la Agencia Tributaria se especifica que si los ingresos no han llegado a los 12.000 euros anuales en su rendimiento del trabajo con más de un pagador, o a los 22.000 euros si hay solo un pagador. Aquí también se incluyen las ganancias patrimoniales y las que provienen del arrendamiento de inmuebles, por ejemplo. La mayoría de personas sí que están obligadas a presentar dicha declaración, y de hecho, para los que están por debajo de esos límites también suele ser oportuno hacerlo, puesto que normalmente les sale a devolver y percibirán una buena diferencia, por haber estado aportando un IRPF adelantado por encima de lo que deberían.
Datos que vamos a necesitar
La declaración de la renta es uno de los impuestos más importantes que debemos realizar a lo largo de toda la anualidad, así que lo usual es dejarlo en manos de gestores acostumbrados a llevar a cabo este tipo de campañas de una manera mucho más rápida y eficaz que cualquier ciudadano de a pie. Sin embargo, tampoco es necesario hacerlo sobre todo si somos trabajadores por cuenta ajena y no tenemos mucha complicación de propiedades y otros ingresos extra por otros sitios. De hecho, la Agencia Tributaria ya prepara desde hace años los borradores con los que vienen ya todos los datos que uno debe incluir en la declaración, y basta con revisarlos y confirmar que todo está en orden para validar la presentación del impuesto. Si somos autónomos sí que vamos a necesitar algunos datos más, porque normalmente facturamos a muchos clientes. Igualmente, conviene tener siempre a mano nuestro DNI y la referencia catastrarl de nuestra vivienda.
Declaración de la renta, paso a paso
La Agencia Tributaria facilita mucho en los últimos tiempos la utilización de Internet para poder presentar todos los impuestos, incluida la Declaración de la Renta. Desde el 1 de abril se puede entrar en la web de la Agencia Tributaria y acceder a la plataforma Renta Web, donde se nos vienen especificados los pasos a seguir. Para acceder a este sistema, sin embargo, debemos poder identificarnos en la web sin el menor rastro de duda. Eso lo podemos conseguir a través de la firma digital, si la poseemos, o de la clave especial que nos van a mandar una vez respondamos con algunos datos personales, incluyendo una casilla de la renta anterior, para corroborar que somos nosotros y no estamos usurpando la identidad de nadie.
Una vez dentro, en el caso de los trabajadores asalariados, solo debemos comprobar que todos los datos que aparecen sean correctos, según lo que hemos percibido en nuestras nóminas, lo que hemos donado, la referencia catastral de nuestro hogar… Si todo está bien, será tan fácil como validar la declaración para presentarla. En el caso de ser autónomos, normalmente nos toca meter todos los datos a mano, en el apartado de Actividades Económicas. Si además hemos recibido algún ingreso por Rendimiento de Trabajo debemos especificarlo igualmente. La información la podemos encontrar en la propia web de la Agencia Tributaria, donde ya tenemos todos nuestros datos gracias a los pagadores. Hemos de tener cuidado en no olvidarnos de rellenar los apartados que nos dan derecho a una mayor deducción, para que la declaración nos salga a devolver todo lo posible. Cuando la terminemos, la validaremos y la firmaremos digitalmente para presentarla. No es tan complicado, aunque hemos de tener paciencia y cuidado de incluir todos los datos correctamente y en los apartados adecuados.