Fecha de publicación: 22 de marzo de 2019

El fenómeno de la fata Morgana que crea espejismos

Siempre se han contado historias y leyendas sobre aquellos valientes marineros que zarpaban de su tierra para las guerras, o para el comercio, y tardaban meses, incluso años en volver. La Odisea de Homero es uno de los primeros relatos que se centra precisamente en uno de estos viajes por mar. En el relato homérico hay numerosas referencias a leyendas marinas, que vienen de tiempos antiquísimos. Una de las más habituales es comprobar que los hombres, cuando llevaban mucho tiempo en el altar mar, solían tener visiones, a veces propias y en otros casos provocadas por los dioses.

Los espejismos en la mar son muy habituales, pero no se deben a la acción de ningún ser sobrenatural, como se pensaba en el pasado, sino a las condiciones climatológicas de la zona. Al estar rodeados de tanta agua, a veces el sol nos juega malas pasadas, y entre la niebla podemos ver cosas que realmente no están ahí. Estos espejismos son conocidos con el sugerente nombre de fata morgana (hada Morgana en italiano) y suelen ser muy frecuentes tanto en el Egeo como en otros mares y océanos, especialmente en las zonas cercanas a los polos, donde este tipo de alucinaciones llegan a puntos absolutamente increíbles.


Qué es un espejismo y cómo se crea

Los espejismos se suelen dar habitualmente en condiciones muy concretas, en las que por acción del sol vemos cosas que realmente no están ahí. En el efecto fata Morgana entran en juego también las corrientes de aire caliente y frío, que al juntarse, provocan esa “lucha” de la que sale resultante una imagen refractada de una isla, una ciudad o cualquier otro entorno, que parece ubicarse frente a nosotros. Suele aparecer en la parte superior de la visión, es decir, en la línea del horizonte, y no es nada extraño tener este tipo de visiones cuando se está en alta mar. Claro que la mayoría de marineros experimentados ya saben lo que son y no le dan mayor importancia.

Espejismo de barcos fantasma

Una de las consecuencias más habituales del efecto fata Morgana es la visión de otros navíos, supuestos barcos fantasmas que van navegando por el mar, peor cuya imagen siempre es más borrosa que la de los barcos habituales. Al verse en el horizonte, por culpa de este efecto, tendemos a pensar que están lejos, cuando en realidad ni siquiera se encuentran allí. El efecto fata Morgana adquiere un nuevo nivel cuando hay mucha niebla en el mar, porque esa neblina impide ver bien lo que tenemos enfrente, y cualquier cosa, cualquier forma que se deduzca entre esas bajas nubes, se nos puede confundir con un navío extraviado… o algo mucho peor.

Espejismos en el desierto

Es muy habitual que también se produzcan este tipo de espejismos en el desierto, pero se deben a otro efecto. En este caso, los espejismos del desierto suelen ser producidos por las masas de aire caliente, que parecen reflectar formas que en realidad no están ahí. Eso, sumado a la propia visión del testigo, que suele estar falseada por las altas temperaturas y la insolación, hacen que muchos hayan tenido este tipo de visiones en sus travesías desérticas. Son muy peligrosas, porque nos hacen ver cosas que realmente no están ahí y nos pueden llevar a un más final, si no tomamos precauciones.

Por qué el nombre de fata Morgana

El curioso nombre de fata Morgana viene del italiano y significa hada Morgana. Se cuenta en las leyendas artúricas que Morgana era la hermana del rey Arturo, y que era un hada, o una bruja, según la versión, más o menos malvada. El caso es que era capaz de conjurar hechizos, sobre todo para confundir a los hombres. De ahí que estos espejismos reciban su apelativo, seguramente desde hace siglos, imaginándose muchos que algún poder sobrenatural estaba detrás de esas visiones tan extrañas y peligrosas. El nombre se ha mantenido no solo en Italia, sino prácticamente en todo el mundo.

Citas históricas sobre espejismos

Este tipo de espejismos es muy común en las costas del sur de Italia, y muestra de ellos son las citas que se tienen a lo largo de la historia sobre sus visiones. Desde C. Agripa, hace siglos, hasta las más actuales como el medievalista Ferraris, que los describe perfectamente ya en el siglo XVI. En el siglo XVIII se siguen dando estas visiones y sus explicaciones y descripciones llenan los libros, en este caso también acompañadas de hermosos grabados que ponen en relieve la realidad de esta fata Morgana, un efecto que todavía se sigue produciendo a día de hoy, aunque sabiendo lo que es, los marineros ya se sienten mucho más seguros al contemplarlos.